El sector químico ha experimentado muchas oscilaciones en los últimos años, en parte por tratarse de un paraguas que abarca muy diversas industrias. Desde los combustibles y la medicina hasta pesticidas y fertilizantes agrícolas: la química está presente en todas partes.
Esto significa que no todas sus aplicaciones son igual de boyantes en todo momento. Pero si un sector iba a verse beneficiado por la crisis global del COVID-19, sin duda sería el químico.
La salud y la higiene han pasado a convertirse en los asuntos prioritarios de las naciones a nivel público y de las personas a nivel privado. Aparte de la medicina, la industria química aplicada a productos de limpieza es la que ha experimentado mayor crecimiento en la demanda durante la alerta de 2020.
Un empuje que parece dar la razón a los pronósticos que ubicaban al mercado de productos de limpieza entre los nichos de mayor crecimiento: un ritmo anual del 4,8% hasta 2025, que a causa del coronavirus podría acelerarse.
Los cambios de demanda en el sector de limpieza a causa del COVID-19
En los últimos años, la toma de conciencia acerca de los problemas higiénicos ha potenciado el interés del consumidor en productos de limpieza.
Esta causa favorable para el sector químico se ha visto impulsada por la crisis sanitaria, que mantendrá sus efectos psicológicos y sociales a largo plazo, e incluso podría implicar la adopción de costumbres de otras regiones, como el uso habitual de mascarillas en países asiáticos. No es coincidencia que el mayor mercado para la industria de productos de limpieza es Asia-Pacífico, seguido de Estados Unidos y Europa occidental.
Entre otras causas que explican el incremento de demanda en productos de limpieza se encuentra la expansión urbana, la adopción entre nuevas clases sociales de un estilo de vida con mayor acceso a condiciones saludables y la adopción de medidas más rigurosas en el mantenimiento higiénico de instituciones sanitarias, fábricas, tiendas, cadenas de procesamiento alimenticio, edificios públicos y sedes de empresas.
A esta tendencia general se suman las circunstancias particulares de la crisis del coronavirus en todo el mundo. En especial en países donde no estaba tan extendido el uso diario de algunos productos como los desinfectantes.
Ante las recomendaciones sanitarias de mantener una buena higiene como protección frente al virus, limpiar superficies y suelos ha pasado a ser una prioridad cotidiana.
La demanda en limpiadores de hogar se ha disparado hasta un 243% más, junto a otros productos higiénicos no químicos que no se esperaban los picos de demanda, como el crecimiento de un 213% en papel higiénico, un 195% en pañuelos de papel y un 154% en toallas de papel, según la revista Time.
Problemas para la industria química durante la crisis del coronavirus
Mayor demanda que stock
Como sucedió con los suministros de papel higiénico en muchos países, algunos fabricantes de productos de limpieza se han encontrado con una demanda imposible de asistir.
La producción de este tipo de productos no ha encontrado de momento grandes dificultades, aunque podría enfrentarse al mismo obstáculo que el sector farmacéutico: el acceso a determinados componentes químicos.
Sin embargo, los elementos empleados en productos de limpieza son más accesibles que en farmacia, y la cadena de producción no debería verse muy afectada. A pesar de que hay grandes centros de producción en China e India, Estados Unidos y Europa también tiene fabricantes líderes que cumplen con los estándares de especificaciones y fórmulas reguladas.
Para aquellos fabricantes que dependan de otros mercados en su cadena de producción y distribución, este escenario de crisis es un momento de revelación para analizar si compensan los costes logísticos de una red de fábricas lejanas. O si, como otras industrias, se plantearían pasar a un modelo más nacional o regional.
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Sostenibilidad
En un panorama que intensifica el ritmo de producción a la vez que la conciencia pública está cada vez más despierta, los fabricantes de químicos y productos de limpieza tienen que revisar sus prácticas.
Tanto a nivel de optimización de negocio como de imagen pública, apostar por métodos y procesos más sostenibles es una tendencia al alza en la industria. Las empresas de productos de limpieza pueden beneficiarse del enorme conocimiento e investigación realizado en los últimos años acerca del uso de menos químicos agresivos y agua en la cadena de fabricación.
Otra fase que afecta a la sostenibilidad es el diseño de los envases de productos de limpieza. Los fabricantes pueden apostar por proveedores que utilicen materiales reciclados, minimalistas y con diseños que permitan al consumidor aprovechar al máximo el contenido del producto.
El win-win es absoluto: las compañías ahorran recursos y contribuyen a reducir las emisiones nocivas al medio ambiente, a la vez que mantienen la calidad de sus productos.
Imagen de marca: Fobia a los gérmenes y a los químicos agresivos
Por un lado, los consumidores quieren más productos de limpieza para desinfectar sus casas y objetos. Por otro lado, cada vez reina más rechazo popular hacia todo lo químico.
Aunque parte de esos prejuicios contra la química son infundados, en el sector de limpieza también se ha generado una mala fama de componentes agresivos y dañinos para la salud de personas y mascotas, y con efectos contaminantes en el medio ambiente.
En el escenario post coronavirus se mantendrá un elevado interés por los productos de limpieza, pero sobre todo por aquellos de gama ‘verde’, que tengan menos residuos tóxicos para personas y entorno, y aseguren una limpieza y protección de calidad.
Antes del estallido de la crisis sanitaria, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Japón eran ya los países con mayor demanda de este tipo de productos de limpieza premium y ecológicos.
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Digitalización de datos
Los fabricantes de químicos y productos relacionados manejan datos muy complejos a diario. Este tipo de componentes necesita cumplir con estándares y normativas distintas por regiones y muy exigentes. Cualquier error puede conducir a una sanción y a graves malentendidos con proveedores y consumidores.
Por este motivo, la industria química y de productos de limpieza necesita una sólida infraestructura de información de producto y empresa, con un buen equipo de sistema ERP central que reúna todos los datos operacionales, y sistemas de gestión de contenido PIM (Product Information Management) que aseguren el control de datos complejos, en tiempo real, en distintos canales, idiomas y regiones.
El control de calidad en la información de producto es vital para los fabricantes de químicos. Ahora que las relaciones comerciales se desarrollan a distancia, es clave reforzar los canales digitales y disponer de contenido de producto actualizado, uniforme y de fácil acceso desde cualquier lugar.
La tecnología PIM en la nube es el complemento que necesitan fabricantes de productos de limpieza para comunicar datos a proveedores y retailers y mantener catálogos online que cumplen con las exigencias de gobiernos y compradores.
Esta tecnología, combinada con otros sistemas de análisis que incorporan funciones de inteligencia artificial, permiten realizar predicciones de demanda y stock, evitar errores de inventario y optimizar el posicionamiento online.
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Oportunidades y medidas aplicables por fabricantes de productos de limpieza
- Mantener a punto las cifras de stock y las previsiones de nuevas remesas a medio plazo.
- Invertir en la digitalización de la gestión de información de producto para asegurar que sea rigurosa y homogénea entre todos los equipos de la empresa, proveedores, retailers y canales de venta.
- Apostar por una comunicación digital y a distancia eficaz con todos los participantes de la cadena de producción, para que siempre dispongan de datos correctos de stock y envíos.
- Mejorar el diseño de la presentación online de marca y catálogos digitales, además de la adopción definitiva de este tipo de medio frente al catálogo impreso y la dependencia de presentaciones comerciales en eventos y ferias.
- Ofrecer una impecable y transparente actualización de la situación de la empresa, tanto en medidas temporales que puedan adoptarse como en previsiones de envíos que puedan afectar a otros agentes, como distribuidores, cadenas de retail o minoristas. Esto también afecta al servicio de atención al cliente, que debe reforzar sus esfuerzos en una época de incertidumbre.
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Conclusión
La industria química orientada a la fabricación de componentes o de productos de base química, entre ellos el sector de limpieza, necesita afrontar cuanto antes la modernización de tres frentes: tecnologías, red de operaciones y gestión de recursos.
Cumplir con los estándares industriales y las normativas obligatorias de cada país y región es un apartado muy importante para los fabricantes químicos. Manejar la información de producto químico es una tarea compleja, en la que intervienen muchos datos de carácter técnico. Esta fase debe controlarse al 100% para asegurar la agilidad de los procesos y la calidad de la información aportada a proveedores y consumidores.
La transición a la industria 4.0 es ahora más que nunca una prioridad del sector químico. Se abren grandes oportunidades para replantear la cadena de distribución, las estrategias de marketing y ventas, y la implementación de tecnologías como PIM que posicionan a cualquier marca química o de limpieza en un panorama post coronavirus totalmente online y digital.