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La Red de Sincronización Global de Datos, o Global Data Synchronization Network (GDSN), es un sistema online de intercambio de información de producto B2B entre fabricantes, distribuidores, mayoristas y minoristas.
A través de la GDSN, cualquier agente de una cadena de suministro de productos puede compartir y acceder a información de producto validada según unos estándares de calidad globales, y mediante un intercambio digital seguro.
La red emplea unos estándares globales que deben cumplir los catálogos de todos los participantes, para asegurar la uniformidad de los datos compartidos. Estos estándares, llamados GS1, permiten que todos los agentes utilicen el mismo lenguaje en la información de producto y que sea totalmente preciso, fiable y rápido identificarlos y localizarlos. Los estándares GS1 incluyen los códigos de barras y las etiquetas EPC de identificación por radiofrecuencia (RFID).
La Red de Sincronización Global de Datos es fundamental para que proveedores y distribuidores de todo el mundo compartan su información de catálogo eficazmente y en un entorno profesional validado.
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Los agentes que comparten sus catálogos de producto en la red (fabricantes y proveedores) publican esta información de manera automatizada y en tiempo real. El resto de los agentes participantes pueden acceder a ella para consultarla y utilizarla en sus procesos.
Esto implica que la Red de Sincronización Global de Datos se basa en tres procesos paralelos:
En definitiva, el sistema GDSN es la gran guía internacional de consulta de cualquier producto o artículo, y es vital en sectores donde la uniformidad y calidad de la información de producto es un factor imprescindible y legal, como la industria sanitaria.
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Para que un agente proveedor de información de producto participe en la red internacional GDSN debe cargar un catálogo homologado por GS1.
A la hora de preparar un catálogo para el entorno GDSN, el proveedor o fabricante debe cerciorarse de que sus datos de producto cumplen con los estándares GS1. Este proceso puede realizarse manualmente, lo que puede conducir a errores y omisiones, o mediante un sistema automático.
La mejor recomendación es contar con una herramienta que sirva como base de datos central del proveedor o fabricante, en la que se reúnan todos los datos de producto revisados y enriquecidos, listos para ser distribuidos en cualquier canal o sistema, incluida la Red de Sincronización Global de Datos.
Un PIM automatiza la entrada de datos de producto y garantiza que su exportación se haga en tiempo real y actualizada en todos los canales. El software PIM puede recoger información de diversas fuentes, incluido el ERP de una empresa, y detecta errores y omisiones que facilitarán el cumplimiento de los estándares GS1.
Recopilar toda la información de producto que forma parte de las fichas de un catálogo es una tarea compleja, que puede alargarse y hacerse muy pesada para los equipos de gestión si se confía a un registro y sincronización manual. Tanto para agilizar este trabajo como para garantizar que todo el catálogo cumple con la calidad exigida, la automatización de un PIM es clave para los fabricantes.
El PIM funciona como única fuente de verdad de la empresa y referencia tanto para agentes externos como internos (equipo de ventas y representantes comerciales, departamento de inventario y envíos, diseño, marketing…).
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Conclusión
La Red de Sincronización Global de Datos abre muchas oportunidades a los proveedores y fabricantes para compartir sus datos de producto de forma segura, rápida y fiable con miles de agentes de todo el mundo.
La calidad de la información de producto es ya el estándar fundamental para vender productos de forma eficaz e internacional. Y el software PIM se ha convertido en la tecnología más avanzada para reducir los costes y tiempos que implica este proceso, ganando más exposición para los catálogos y consiguiendo lanzamientos de producto más veloces.
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