Una fotografía en 360º es una imagen rotatoria que gira por sí sola o puede girar el usuario con el cursor o de forma táctil, para observar un producto desde todos sus ángulos.
Este tipo de imágenes se generan a partir de muchas imágenes estáticas en alta resolución, tomadas desde distintas posiciones del producto.
Las imágenes son el recurso más importante en catálogos de producto: si un producto no tiene ninguna fotografía, lo más probable es que el cliente no lo compre. Pero esta exigencia cada vez evoluciona más: ahora los compradores online quieren una experiencia parecida a la compra en tienda física, donde poder ‘probar’ el producto casi como si estuviese en sus manos.
Y observar todos los detalles sólo es posible con fotografías de producto en 360º y de alta calidad.
La aplicación más importante de la fotografía en 360º en productos es mejorar la experiencia del cliente.
Este tipo de imágenes aportan mucha más información al comprador, resuelven sus dudas y le transmiten más sensación de control sobre el proceso de decisión de compra.
Por tanto, en un mundo cada vez más digital las imágenes en ecommerce tendrán que ser mejores y más sofisticadas. Pero su utilidad no acaba aquí: invertir esfuerzo en crear fotografías en 360º de tu catálogo tiene otros muchos usos para la empresa:
Para conseguir buenas fotografías en 360º, necesitas las mismas claves que en la fotografía convencional:
Para conseguir un buen efecto 360º, lo ideal es crear al menos 36 fotografías del producto desde distintos ángulos, aunque la mayor calidad posible necesitará más de 60 fotografías.
Veamos ahora las formas de fotografiar productos en 360º: la DIY y la profesional, pero igualmente accesible para la mayoría de los negocios con ecommerce.
→ Más opciones para ti: ¿es mejor la fotografía o el mockup de producto?
El efecto no será 100% profesional y si no tienes el conocimiento de retoque especializado, seguramente las imágenes contengan errores.
Necesitarás:
Coloca el producto en esa base y saca fotografías a medida que vas rotando ligeramente el producto.
Después, para convertir todas esas imágenes en un collage en 360º necesitarás un programa o una app, como Panorama 360 o Sirv, que recojan todos tus archivos para generar automáticamente el resultado. Estas fotografías en 360º suelen ser en formato responsive y con facilidad de ser embebidas en la página que quieras y de compartirse en otros canales, como redes sociales.
Estos servicios te garantizan la mayor calidad en tus imágenes, y te ahorran todo el proceso de trabajo.
Normalmente envías los productos a su estudio. Ellos se encargaran de fotografiarlos, usando equipamiento especializado en 360º, y te devolverán los productos.
Con mayor conocimiento fotográfico, pueden conseguir resultados brillantes como efectos de sombra en el interior del producto y sobre la superficie, de modo que parezcan flotar realmente en el aire.
Llegados a este punto, hay que aclarar una confusión habitual: la fotografía en 360º no es lo mismo que los modelos en 3D.
Si ves uno junto a otro, pueden parecerlo, pero el proceso de creación y sus aplicaciones son distintas.
Es cierto que pueden utilizarse las fotografías desde muchos ángulos como referencia para crear modelos 3D. Pero es más común y eficiente crear un escaneo digital, a partir del que diseñar un modelo tridimensional hiperrealista.
Además, mientras la fotografía en 360º se usa en tiendas online y apps y el usuario puede abrirlas directamente, los modelos 3D de un producto se reservan para efectos de realidad aumentada.
Los productos 3D crean una experiencia de compra enriquecida a un nivel superior, pues el usuario puede proyectar el producto de forma realista sobre cualquier superficie y lugar, ver sus dimensiones reales y hacerse una idea de las proporciones.
Ya no suele ser necesario que se instalen una app para ver este efecto, que es muy útil en productos grandes como muebles, puertas, ventanas o fontanería. Si estás interesado en esta opción para tus catálogos de producto, tenemos una guía completa aquí.
Desde hace muchos años el futuro del ecommerce es visual. Y rápidamente está pasando de ser un presente fotográfico a un futuro interactivo e hiperrealista.
Mejorar la experiencia de compra de los clientes en un entorno cada vez más digital supone acercarles los productos con todos los recursos a tu alcance. Las fotografías en 360º son un método asequible y rápido, que enriquecen de inmediato tus catálogos, recursos de marketing y fichas de producto.
Y si te asusta controlar aún más archivos, recuerda que en un sistema PIM puedes almacenar todas tus fotografías de producto, gestionar en qué canales se están utilizando y actualizarlas en tiempo real. Pruébalo gratis 30 días con Sales Layer y ve crecer tus conversiones gracias a una clientela más satisfecha con tu catálogo.