A la hora de coordinar la organización y gestión de los datos de una empresa dedicada a producto, ya sea fabricante o retailer, es común la confusión entre PIM y MDM.
¿En qué consiste cada uno de estos sistemas y cuáles son sus principales diferencias?
Te ayudamos a comprenderlo para que entiendas el papel de cada plataforma en la estructura de tu empresa.
¿Qué es un MDM?
MDM (Master Data Management) es un proceso de gestión orientada a datos clave y maestros de un negocio, desde documentación legal, financiera y de recursos humanos hasta producto, red comercial o bases de datos de clientes y otros agentes de la cadena de suministro.
Un sistema MDM es la tecnología empleada para reunir, sindicar y mantener en orden todos los datos referentes a estas áreas y hacer que sean accesibles y precisos para cualquier persona. Implementar un MDM es de gran ayuda a medida que una empresa crece y expande su tamaño con una red que implica más sucursales, canales, equipos y colaboradores externos.
En realidad, Master Data Management no es sólo herramienta tecnológica, sino un proceso que abarca todas las tareas de gestión de datos, de modo que puede trabajar en relación a otros tipos de sistemas especializados en grupos de datos concretos, como un CRM… o un PIM.
PIM: el fiel compañero de MDM
Un sistema PIM (Product Information Management) es la tecnología aplicada a la gestión de información de producto. Este tipo de plataformas, por tanto, son una rama del proceso de gestión de MDM, clave para ofrecer contenido de producto de alta calidad en todas las acciones de marketing, ventas y omnicanalidad.
¿La desventajas de un MDM? Principalmente, suelen ser sistemas tecnológicos muy caros y carecen de especialización en contenido de producto. De modo que el complemento de un sistema PIM sigue siendo imprescindible para fabricantes y vendedores, aunque cuenten con un sistema MDM.
Principales diferencias entre PIM y MDM
Productos vs. Empresa
Esta sería la diferencia fundamental.
Como ya hemos comentado, MDM se encarga de gestionar datos de empresa de muy diferentes áreas, mientras que PIM se especializa en gestionar datos de producto. En ningún caso MDM tiene funciones de gestión de información de producto.
Abordar la estructura, actualización y envío de un catálogo de productos a través de un MDM sería un proceso muy complicado que consumiría mucho tiempo. La tecnología PIM está centrada en reunir, enriquecer, publicar y conectar contenido de producto, y es la herramienta clave en una estrategia omnicanal y en ofrecer la experiencia de compra perfecta que espera el cliente, ya sea retailer o usuario final.
Por su lado, un sistema MDM se orienta a uniformizar información que toca áreas de venta, producción y catálogo, como clientes, almacenes, puntos de venta, distribuidores, mayoristas, empleados… Pero su objetivo es mejorar la organización y eficiencia de la empresa a partir de esos datos, no mejorar la calidad de los catálogos de producto.
Gestión de datos externa vs. interna
En términos muy generales, podría decirse que PIM gestiona datos de uso externo, la información de producto que recibirá el cliente final y aparece publicada en distintos canales. MDM gestiona datos de uso interno y carácter privado de la empresa.
Sin embargo, en realidad un buen sistema PIM también facilita la gestión interna y, por tanto, repercute positivamente en la comunicación de la empresa y el análisis del impacto de los productos y el comportamiento de los clientes. Por tanto, PIM es una herramienta vital para la organización interna, mediante workflows que pueden personalizarse, y para la impresión externa que causan los datos de producto.
Sistema fácil y ágil vs. Sistema costoso y complejo
Como ya hemos comentado, los sistemas MDM suelen orientarse a grandes corporaciones que tienen redes comerciales muy extensas, un gran número de oficinas o sedes repartidas en distintos lugares, y una estrategia que abarca diversos mercados y regiones. Por este motivo, MDM es una tecnología con cuotas elevadas y que requiere elevado conocimiento técnico.
En contraste, las plataformas PIM son accesibles para cualquier empresa, equipo y profesional, en especial aquellas como Sales Layer creadas para marketers de producto. No se necesita conocimiento técnico complejo ni largos procesos de instalación. Un onboarding sencillo y personalizado permite empezar a trabajar con los datos y enriquecerlos de forma casi instantánea, por lo que su ROI es muy rápido.
¿Qué necesitas, un sistema PIM o un sistema MDM?
PIM y MDM no son sistemas opuestos, sino complementarios.
Un sistema MDM sirve a la empresa para organizar todos sus datos de negocio de forma centralizada y segura. Un sistema PIM permite automatizar la gestión de la información de producto, crear mejores workflows de trabajo y asegurar que el contenido está siempre enriquecido y actualizado en todos los canales.
Si crees que tu mayor problema ahora mismo es controlar de qué fuentes recibes datos de producto, prepararlos en menos tiempo y enviarlos de forma instantánea a canales como website, tienda online, catálogos impresos o marketplaces, entonces no hay duda: un PIM es el sistema que necesitas.
Recuerda que un PIM puede integrarse fácilmente con un sistema MDM y otros software de tu empresa, para asegurar la red de gobierno de datos que necesitas.
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