Puede que sea uno de los juegos favoritos de las cenas de Navidad en equipos de marketing: ¿cuál será la próxima gran tendencia del año que va a comenzar? Sin embargo, la respuesta es mucho menos fácil y mucho más seria que agitar una bola 8 predictiva.
Al sentarse a elaborar el plan de marketing de la siguiente temporada, una compañía debe analizar los resultados de las acciones emprendidas el año anterior para evaluar cuáles han demostrado eficacia, cuáles avanzan a ritmo lento pero todavía pueden prometer buenos resultados, y cuáles habría que abandonar definitivamente.
Aquí es donde se abre la gran duda: ¿qué hacer con ese hueco: reforzar las acciones más rentables para la empresa, o apostar por nuevas estrategias de marketing digital? ¿Y cómo saber cuáles merecen realmente atención entre la marea de periodismo de marketing intentando aplaudir el siguiente gran descubrimiento?
El salto digital es ya un imprescindible para cualquier negocio, y todas las empresas están incorporando estas acciones a un ritmo más o menos veloz. Y con una clave común: estrategias de marketing digital integradas en múltiples canales y que dedican cuidado a medios de pago, propios y alcanzados de forma orgánica.
Hemos revisado todas las tendencias de marketing del momento para seleccionar aquellas que ya presentan buenas perspectivas y que más posibilidades ofrecen a empresas de todo tipo y retailers de e-commerce.
Algunos expertos ya han comenzado a señalar para marketing de empresas y retailers la disolución del reino de los anuncios de pago frente al contenido de marketing propio y de calidad para el usuario.
Los contenidos de marca deben abordarse desde una perspectiva de interés para el buyer persona y con el objetivo de calidad por delante de una estrategia cuantitativa. Ya existen tantos contenidos digitales que generar más ruido no es necesariamente beneficioso para una marca que quiera destacar entre la competencia y atraer a usuarios cada vez más exigentes, saturados de estímulos y recelosos del contenido de ventas (el uso de bloqueadores de anuncios en navegadores web no hace más que crecer).
No en vano un estudio de la prestigiosa firma Nielsen demostró que los anuncios ocupan un puesto bastante bajo entre las fuentes que más confianza inspiran a los compradores. ¿Las más valoradas? Las recomendaciones de personas conocidas, las páginas de marca o empresa, los editoriales y las reseñas de usuario. Nichos de contenido en los que un equipo de marketing debe volcar esfuerzos.
Por supuesto, esto no significa que los anuncios deban desaparecer de una estrategia de marketing digital, ni que puedan recuperar su importancia e influencia entre los usuarios, y para los contenidos también será importante preparar promociones. La tendencia se demuestra enfocada más hacia content marketing, acuerdos con influencers, y partnerships.
Es la palabra protagonista en estrategias de negocio digital, e-commerce y también marketing. Omnicanalidad es un enfoque total a la experiencia de usuario y de ventas, y los esfuerzos de marketing también deben terminar de romper las barreras entre canales.
Una estrategia de marketing omnicanal debe determinar una red de canales de acción, cuáles son más importantes para la empresa y, por tanto, dónde deben priorizarse las inversiones de presupuesto. Para estas decisiones no existe una fórmula única, sino que depende de la marca, la industria a la que pertenece, los grupos demográficos de su público potencial, y otros factores de negocio.
Ser omnicanal implica conocer a fondo cómo viaja el usuario por internet y de qué forma descubre, consulta y adquiere productos o servicios. El equipo de marketing debe ponerse en los zapatos del comprador (de sus compradores particulares, ya que no es lo mismo un chico de 18 años que una mujer de 53), y construir una experiencia que tiene en cuenta todos los saltos que puede dar el usuario.
En definitiva, la experiencia de consulta y compra a través de diversos canales debe ser sencilla, intuitiva y homogénea. Para ello es imprescindible ofrecer contenido consistente y garantizar una integración correcta de contenido de producto en todos los canales con herramientas digitales como un Product Information Manager (PIM).
El vídeo está ganando cada vez más adeptos en estrategias de marketing digital, y no sólo por la reducción de los costes de elaboración, sino porque los compradores demuestran cada vez más interés por lo audiovisual.
Esto no significa que el vídeo sirva para todo, y según su objetivo la conversión puede ser mayor menor. Por ejemplo, tutoriales de uso y manejo de productos suelen ser una pieza muy valiosa en páginas de producto y canales de social media, pero en otro tipo de contenidos pueden provocar más rechazo entre los usuarios, como encontrar un vídeo en lugar de texto en un artículo, o vídeos demasiado largos en campañas de mailing.
El 64% de los usuarios se muestra más proclive a comprar un producto de forma online después de haber visto un vídeo, y cada día se ven más de 100 millones de horas de contenido de vídeo solamente en Facebook. El empuje de redes sociales como YouTube, Instagram y Snapchat ha vuelto más imperioso que nunca para las marcas pensar en el vídeo marketing de forma constante y creativa para promocionar productos con la gran ventaja de la segmentación de audiencias en estos canales.
La mayor demanda de los compradores online continúa siendo la velocidad. Compras casi instantáneas a un click, envíos rápidos y… atención al cliente instantánea.
Las recomendaciones de optimización móvil para empresas con presencia digital forman ya parte de estrategias del pasado (las tecnologías como Accelerated Mobile Pages (AMPs) y Progressive Web Apps (PWAs) deberían ser de sobra conocidas y aplicadas). La gran responsabilidad del momento y del año próximo es tomar ventaja del avance tecnológico para sobresalir en el servicio de atención al usuario.
Aunque los asistentes de voz son el nuevo gadget, y algunos estudios indican que para 2020 el 50% de las búsquedas online se harán a través de comandos de voz, a la hora de interactuar con marcas, empresas y sus equipos de atención los compradores continúan prefiriendo un acercamiento más indirecto. Los tweets y mensajes privados van dando paso a los chatbots, en los que el usuario siente recibir una atención más personalizada e instantánea (para lo que hace falta un buen equipo o tecnología que cumpla con ese propósito en lugar de la temida frase “Espera unos minutos a que uno de nuestros expertos te atienda”).
Mantener un equipo de personas para responder a dudas en chat sería increíblemente costoso e imposible: aquí hacen acto de presencia los chatbots automatizados, capaces de interactuar con los clientes para consultas de contenido, mientras que la resolución de problemas más específicos o vinculados a sus cuentas y pedidos pueden pasar a ser atendidas por un miembro del equipo de soporte.
Por ejemplo, Facebook Messenger está siendo utilizando por negocios para hacer sugerencias de producto personalizadas, dar información sobre pedidos en curso o guías durante el proceso de compra online, y registrar sugerencias de clientes. El 78% de las personas utiliza mensajería móvil cada mes y, a pesar de su reciente estancamiento, en Facebook se registran casi 8 billones de mensajes cada mes entre compradores y empresas.
Si la clave de la estrategia de marketing omnicanal es estar allí donde estén los compradores y atenderlos como ellos prefieren, sin duda social media y los smartphones son las dos grandes plataformas.
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Todas las estrategias previas requieren, ante todo, mucha creatividad y eficacia. Dos objetivos que reclaman muchísimo tiempo y que no pueden atenderse por un equipo de marketing al 100% sin ningún apoyo digital. Como la parte creativa es la más difícil de digitalizar (por el momento), la mejor opción es complementar todo este trabajo con herramientas de marketing digital que automaticen partes del proceso. No las menos importantes, puede que sean incluso las más vitales, pero sí las tareas más repetitivas y en las que pueden sucederse más fácilmente errores humanos que den al traste con la estrategia.
El software de automatización, como un PIM, permite tomar mejores decisiones, escalar más rápido y ahorrar costes y recursos.
Con las herramientas de marketing digital adecuadas el equipo podrá tomar mejores decisiones, escalar más rápido en tipo de acciones aplicadas y ahorrar costes de recursos humanos y técnicos que de otro modo deberían dedicarse a tareas como introducir contenido de producto en una plataforma, revisar sus errores ortográficos, cambiar precios a mano, repasar la correspondencia de información entre un catálogo y la base de datos original… Y decenas de encargos que queman a cualquier profesional de marketing y que son imposibles de controlar sin automatización
Las relaciones con buyer personas y clientes, el cultivo de leads, la generación de mailings segmentados y personalizados, son objetivos mucho más fáciles de conseguir y más enriquecidos gracias al ahorro de esfuerzos del marketing automatizado. De este modo, el equipo podrá seguir dedicando recursos a la creatividad, el toque personalizado y el contacto humano de la estrategia.
¿Sabes cuál es la herramienta de marketing digital que más está dando de qué hablar?
Ya la has leído antes: PIM es el enfoque de Product Information Management que trae la automatización de contenido de producto a estrategias omnicanales y ahorra tiempo y dinero incluso desde los primeros 30 días, porque aquí te ofrecemos una demo con acceso a todo el poder PIM para empezar mejor que bien el año.