Un TPV o Terminal Punto de Venta es la tecnología utilizada para procesar cualquier venta, tanto en un local físico como a distancia en una transacción virtual.
Desde que existe el comercio cualquier negocio dispone de un terminal punto de venta: las clásicas cajas registradoras son el modelo más primitivo.
Hoy en día, los TPV son sistemas informáticos que procesan la gestión de compra y la transacción del dinero de una cuenta bancaria del comprador a la cuenta del vendedor. Hasta ahora, lo habitual era contar con un TPV formado por un hardware (como un lector de tarjetas bancarias) y un software (el sistema que realmente realiza la llamada de la transacción financiera).
En las tiendas físicas continúa siendo imprescindible contar con TPV físico que disponga de lector de códigos de barras. Sin embargo, ante el desarrollo de la tecnología contactless y el auge de los medios de pago sin contacto físico en 2020, cada vez se popularizan más los TPV a los que basta acercar una tarjeta de crédito o débito, un smartphone o un smartwatch.
¿Es lo mismo contratar un TPV virtual online que una pasarela de pago? ¿Acaso no son estas últimas las más comunes al crear una tienda online?
En efecto, las plataformas de ecommerce incluyen integración con pasarelas de pago, tanto para tarjetas bancarias como otros sistemas de uso extendido, como PayPal, Stripe, Apple Pay…
Sin embargo, hay una sutil diferencia. Los TPV virtuales son programas online en los que el vendedor tiene una cuenta particular donde introduce los datos de pago proporcionados por el cliente. En este método, el vendedor tiene control del proceso y lo gestiona él mismo.
Una pasarela de pago es otro sistema de transacción online, pero con acceso directo del cliente. Es el comprador quien introduce los datos de pago y los códigos de seguridad necesarios para confirmar la transacción.
Las pasarelas de pago pueden guardar la información del comprador si éste da su consentimiento para futuras compras, envían notificaciones instantáneas al vendedor cada vez que se procesa una compra, y algunos también incluyen la función de un TPV virtual de incluir a mano los datos de una compra hecha por teléfono o email.
A día de hoy, procesar compras online es indispensable. Vivimos en un momento en el que cada vez más compradores quieren realizar sus compras a distancia y sin contacto físico.
Poder garantizar la seguridad de esos pagos es de interés tanto para la clientela como para los vendedores, que necesitan sistemas antifraude y que otorguen buena imagen de marca.
Mediante un TPV virtual, cualquier negocio puede aceptar pagos con tarjeta a distancia y mantener su actividad comercial online.
¿Quién puede beneficiarse de los TPV virtuales?
A la hora de elegir un TPV virtual, es clave pensar en la seguridad. Estos sistemas deben ofrecer garantías de seguridad y cumplimiento de toda normativa vigente al procesar datos bancarios en cualquier lugar del mundo, ya que las ventas online abren la posibilidad de que tus clientes vengan de cualquier parte.
Si buscas un TPV sencillo y rápido de instalar, que no suponga un gasto extra para tu tienda online, existen algunos software gratuitos de TPV para tienda online. La mayoría pueden integrarse y sincronizarse con plataformas como WooCommerce, PrestaShop o Shopify, si tienes tu tienda online alojada en alguna de ellas.
Sin embargo, al contratar un TP virtual online reiteramos el aspecto de la seguridad. Es posible que estos sistemas gratuitos no sean tan seguros para ti y los clientes como una tecnología respaldada por mejores certificados y entidades.
Algunos ejemplos son Hibutik o Hellocash, que son TPV en la nube compatibles con cualquier dispositivo (ordenador, smartphone, tablet…) y permiten agregar varias tiendas a una sola plataforma, controlar el stock y generar informes de contabilidad.
La mayoría de las pasarelas de pago para ecommerce son de pago. Incluso aunque exista un plugin gratuito (como PayPal para PrestaShop), después tendrás que pagar comisiones por cada transacción con tarjeta hecha en tu tienda online.
Lo mismo sucede con los TPV virtuales. Los TPV de pago te dan acceso a asistencia personalizada, soporte técnico y más garantías de seguridad.
Algunos están asociados a entidades bancarias, como el TPV online Santander y TPV online BBVA, que ofrecen sus propias pasarelas de pago con cumplimiento de la normativa PSD2, tarifa plana y apoyo en la integración del TPV en tu ecommerce.
Otros son proveedores de software como TPV en la nube, que ofrecen tu terminal online desde 29,90€ al mes, aparte de funciones extra como gestión de stock y productos, generación de facturas, informes y copias de seguridad, y página web para alojar tu tienda online.
Elijas lo que elijas, TPV o pasarela de pago, TPV online gratis o de pago, nuestra mayor recomendación es que vigiles la seguridad del sistema. Ofrecer confianza en los pagos es fundamental para ganar buen prestigio entre los compradores online y un básico para salvar tus espaldas ante cualquier fraude.
Antes de invertir en un TPV, recuerda que es igual de importante tener en orden tu catálogo de productos. Un sistema PIM (Product Information Management) te permite controlar todos los datos de tu catálogo, entre ellos las cifras de stock de tus productos, y poder sincronizarlos con cualquier plataforma de ecommerce y canal de ventas.
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